MI CARTA A LOS PERIÓDICOS QUE SE PUBLICA HOY

PERRO PELIGROSO EN BERRIOSUSO

“El dueño del perro que muerde a una persona comete un delito de imprudencia grave. Tener en casa uno de estos animales conlleva unas obligaciones. En primer lugar, para poder tener un perro cualquiera de las razas consideradas peligrosas es necesario tener una licencia administrativa (renovable cada cinco años), no tener antecedentes penales y disponer de capacidad física y psicológica para hacerse cargo de ellos y acreditar la suscripción de un seguro de responsabilidad por daños a terceros por valor de 120.000 euros. Además, deberán estar inscritos en un registro de animales peligrosos y tomar una serie de medidas de precaución: Llevar en lugares públicos la copia de la licencia administrativa y de la inscripción en el registro de perros potencialmente peligrosos. El uso obligatorio del bozal en lugares públicos. Así como el uso de correa o cadena de menos de 2 metros no extensible”.

Ésta es la normativa que en Berriosuso no se cumple a tenor del pánico que ha cundido en el municipio pues el propietario de un enorme perro de raza peligrosa lo suelta sin bozal  en una zona próxima al río a donde acuden niños con sus bicicletas y va a ocurrir una tragedia cualquier día.

Fui testigo presencial de este hecho y sentí auténtico pavor cuando estando atado y sin bozal pasé por delante de dicha fiera, cogiendo el coche de inmediato para alertar a los niños que no se movieran del río hasta ir a buscarlos.

Como era inútil el razonamiento con el propietario del perro, de etnia gitana, opté por llamar a la policía, que cuando acudió, el perro había cambiado de ruta y me informaron que tiene varias denuncias  y que, en efecto, dicho animal también a ellos les da miedo...

Como suele ocurrir en estos casos hasta que no ocurre algo grave no se pone el remedio. Pues bien, le dije al policía municipal de Berrioplano que estaba dispuesto a comprar el bozal con tal de prevenir y no lamentar, pues había que ver la cara de asesino de dicho perro, que si llega a soltarse de la correa, no quiero ni pensar lo que me habría pasado o si se cruzan los niños de menos de ocho años, montados en sus bicicletas, estando como estaba el perro suelto y sin bozal...

Ángel Inda

CUÁNDO UN PERRO ES PELIGROSO

Los animales llamados por la ley “potencialmente peligrosos” son aquellos que por su tamaño, temperamento o fuerza de mordida podrían causar heridas severas a personas o animales en el caso de un ataque. El texto de la ley no menciona ninguna raza en particular, sino que pretende “regular las condiciones para la tenencia de animales que puedan manifestar cierta agresividad hacia las personas por una modificación de su conducta a causa del adiestramiento recibido y a las condiciones ambientales y de manejo a que son sometidos por parte de sus propietarios y criadores”.

La ley también dice que: “se considera que la peligrosidad canina depende tanto de factores ambientales como de factores genéticos; de la selección que se haga de ciertos individuos independientemente de la raza o del mestizaje, y también de que sean específicamente seleccionados y adiestrados para el ataque, la pelea y para inferir daños a terceros. Así, perros de razas que de forma subjetiva se podrían catalogar como «peligrosos» son perfectamente aptos para la pacífica convivencia entre las personas y los demás animales, incluidos sus congéneres, siempre que se les hayan inculcado adecuadas pautas de comportamiento y que la selección practicada en su crianza haya tenido por objeto la minimización de su comportamiento agresivo.”