miércoles, 20 de abril de 2016

Memorias de José Antonio Huarte: "PARA MÍ LA OBRA CUMBRE DE LA MÚSICA ES LA MISSA SOLEMNIS DE BEETHOVEN" (Cap. 3º)

Mª Luisa-José Antonio, matrimonio que lleva 54 años 

Vídeo de la entrega de la Medalla de Oro y concierto-homenaje
de su pupilos en la Iglesia San Antonio hace tres años

https://youtu.be/8y34sEaf1Sc

LA OBRA ARTESANAL DE HILARIÓN ESLAVA

Rescatar obras casi manuscritas es labor de chinos
Suena el teléfono. Es Imanol Erkizia, director de coro, buen cantante y mejor persona. Me había prometido José Antonio enseñar los trabajos que tiene entre manos de obras interesantísimas de Hilarión Eslava: El Oficio de Difuntos y la Misa de Difuntos. Dos obras antiguas, obsoletas, con instrumentos de la época, que no existen hoy. No están escritas a mano sino que están editadas, pero, ¡menuda edición que tiene que andar el pobre José Antonio con lupa a veces...!
-Tengo una partitura de mil ochocientos y pico,  que usa las cuatro claves. He tenido que andar adaptándola al tiempo e instrumentos actuales. Hay una diferencia enorme del Miserere de 1835 a estas obras de 1860, pues Eslava usa mucho el contrapunto. Si ahora hubiera vivido Hilarión Eslava habría compuesto como Fernando Remacha y nadie se acordaría de sus tendencias italianas...


Los 18 nietos, son las perlas de la corona familiar
 FUNDA EL OTXOTE IRUÑAKO  ZORTZIAK

José Antonio tenía verdadero interés en que conociera su arduo trabajo de editar obras de gran nivel artístico pero inéditas. Y como es un artista nato, hay que escucharle con interés porque todo lo hace con pasión.La misma que tenía cuando se casó con Mª Luisa en el año 1961 con 25 años. Con 27 ya fundó el Otxote Iuñako Zortziak y se presenta a concursos de  Otxotes. 
-Quedamos subcampeones en Bilbao. Estaban Julián Olaz, Juanito Itoiz, que es el padre del tenor de Voces Graves,.mucho mejor el padre. No he oído cantar a un tenor tan bien como él, Lástima que no estudió música y canto. Estaban también Juaristi, Parrado, Beaumont, Iñaki Gabilondo el radiofonista de la SER, que cantaba de bajo, con una voz grave y lo hacía muy bien. Hace diez años le hicieron un homenaje en Madrid y estuvimos cantando aquel otxote...

Nos situamos en el año 1969. Fundas la Capilla Clásica de Pamplona.
-Fue una cosa más bien efímera. Me llamó D. Luis Vera,  canónigo de la Catedral de Málaga. Era una persona  muy vitalista, muy movido. Vino un día a Pamplona y le dieron mi nombre. Me encargó que cantásemos en Málaga en alguna misa y ofreciéramos un concierto corto. La Capilla sólo duró dos o tres años. No tuvo continuidad. Yo ya estaba de director adjunto del Orfeón Pamplonés.

La Coral Universitaria de la Universidad de Navarra ocupa el sitio de la Capilla Clásica.
-Estuve un año nada más. Tenía cuatro hijos ya y había que sacar las habichuelas. La idea era muy bonita. Incluso me llegaron a poner en nómina pero no se cumplieron las expectativas. Les llegué a coger cariño. Ensayábamos en el SEU. Por aquel entonces estaba Juan Noguera, oftalmólogo ya jubilado que cursaba 1º de medicina y después fue Presidente del Orfeón Pamplonés. Estaba también Javier Beaumont, que recuerde, que luego pasaron al Orfeón.


Otro que morirá con las botas puestas como un campeón
CON 30 AÑOS DIRECTOR ADJUNTO DEL ORFEÓN

En el año 1966 entras como director adjunto con 30 primaveras a tus espaldas.
-Me nombran director adjunto y el primer concierto que preparo, nada más ni menos escojo la 9ª Sinfonía de Beethoven para llevarla a Valencia. Luego hago "La Damoissele Elue" y "El Martirio de San Sebastián", ambas de Debussy para hacerlos en el Palau de la Música de Barcelona. Estuve tres años nombrado como director adjunto y no había director titular. ¿Sabes por qué no me hacían director titular? Porque resulta que en el año 1966 estaba de Presidente del Orfeón Félix Huarte, que me prometió que me iba a hacer director titular. Pero cogió una enfermedad y el pobre murió. Vino un presidente al que se ve que no le caía bien. Después trajeron a Carmelo Lorente que no hizo absolutamente nada. Yo seguí haciendo obras de envergadura como "Jesucristo en la Cruz" de Fernando Remacha. Yo que acababa de ser tenor, sin cumplir los 30 años, nos metimos con "Babel e Siao de Joly Braga Santos. Estuve 27 años dirigiendo el Orfeón. 

¿Qué sensación guardas de tu primera actuación con esa edad juvenil en el Teatro Real de Madrid?
-Yo que me veía un chaval delante de todo auditorio impresionante, me preguntaba qué pintaba yo allí. Luego, a los dos minutos, superado ya el miedo escénico del que no
se  libran ni los virtuosos, me mentalicé y me fui arriba cuajando un gran concierto.


A ver si le toca trabajar ahora más que a los 30 años
UNA MASA CORAL DE PRESTIGIO MUNDIAL

Me consta que recorriste media Europa al frente del Orfeón Pamplonés mereciendo a la vez grandes elogios. Tuvo ofertas mareantes para dirigir grandes agrupaciones  pero no se movió de Pamplona donde tenía su trabajo, pues además de la música, trabajaba en un banco y me dejaba salir Félix Azcona, el de la funeraria. Bajo su batuta el Orfeón se convirtió en uno de lo coros  más admirados del mundo.
-En los 27 años ya manejaba un centenar de obras sinfónico-corales e introduje más de sesenta obras nuevas en el repertorio de masa coral. Estrenamos obras como "El Cristo Ibérico" de Pascual Aldave, "Terre des Hommes" de Janko Nilovic, "La bajada del ángel " y "Quam Pulchri sunt" de Fernando Remacha. En España dimos a conocer el "Stabat Mater" de Dvorak, la "Misa de Gloria" de Puccini, "La muerte del Obispo de Brindisi " de Menotti, Parsifal de Wagner o la 8ª de Malher, entre otras.

Ahora el Orfeón se mueve en parámetros y cifras respetables. Hay un organigrama del que han saltado chispas últimamente. ahora hay nóminas muy importantes.
-Entonces no se sacaba un duro, Estaba Félix Azcona, un hombre listo. El no sabía mas que el castellano pero íbamos por toda Europa y se entendía con todos, porque como hombre de negocios era muy hábil.. Félix era el Secretario, después de Baldomero Barón. De éste recuerdo que en el año 1966 me definía en sus críticas como "el joven director del Orfeón Pamplonés"...Félix Azcona en aquella època fue el alma del Orfeón. 


Iñaki Gabilondo formó parte del Otxote de J.A. Huarte
CANTERA DE BUENOS CANTANTES

-¿Te atreves a nombrar gente de entonces?
-Salieron de allí varias chicas como las hermanas Martínez, que llevan más de veinte años en el Coro de Radiotelevisión Española.

-¿Y que hayan saldo para dirigir Corales por Navarra?
-También.  David Guindano que está en la Coral de Cámara de Navarra, Jesús Odriozola, que está enfermo ahora, Alfonso Huarte que ya dirigía el Coro Irubide a la vez. Quiero destacar a Juan Miguel Echarri, José Mari Pérez Yoldi de Añorbe, un tenorico muy bueno...

Has recibido muchos elogios, todos muy merecidos, ¿alguno que te llegó al alma?
-El Director de la Orquesta de Berlín, que para mì fue un honor, dijo tras el concierto que dimos con la Orquesta de Berlín dijo que posiblemente el Orfeón Pamplonés era el coro del mundo que mejor cantaba la 9ª Sinfonía de Beethoven y nos invitó a cantarla allí un 25 de diciembre donde tienen sus más famosos conciertos. Pero un 25 de   diciembre ya me dirás qué hacen las familias fuera de casa el día de Navidad. Había quedado encantado.  Es que teníamos una cuerda de hombres fenomenal y la de sopranos... vaya cómo funcionaba también.

En número de voces ¿cómo andabais?
-Para ir con 110  ó 120 personas hay que tener un colchòn de reserva de 140 que es lo que había.


Uno de los espacios bonitos de la casa hogareña
DE LA MANO DE DONÉZAR A LA CUMBRE

José Antonio, según leemos en las crónicas de Baldomero Barón, cogió el Orfeón hecho unos zorros, ¿tan mal estaba?.
-Estaba hecho una miseria. Lo tuve que levantar. Hicieron una labor encomiable Javier Doñézar y Fernando Benito. Javier Donézar es el que me hizo director titular, un hombre  muy listo, que se dedicaba a la veterinaria.

Salíais mucho al extranjero  con un repertorio muy variado y respetable.
-Tengo en mi archivo un centenar de obras que se siguen cantando. Después de que yo dejé muy poco han innovado en el repertorio. La primera vez que el Orfeón cantó en ruso fue conmigo, que me tuve que emplear a fondo en dicha lengua, que tiene la fonética muy parecida a la nuestra. Es mucho más difícil cantar en francés.

¿Tu obra preferida?
-Para mí la obra cumbre de la música es la "Missa solemnis" en Re Mayor Opus 123  de Beethoven. Tremendamente dura para cantar, muy aguda. La teníamos bien dominada. Precisamente la última vez que la cantamos fue en 1992 con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, en concierto organizado por el Gobierno de Navarra en la Expo de Sevilla.

Su estancia familiar rezuma navarrismo como su música

                                                                 (CONTINUARÁ)

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