Después de 22 años dedicados al mundo de los banquillos, Carlos Ozcoz se retiró hace seis temporadas para centrarse en su vida laboral y familiar. Ozcoz comenzó a entrenar en el Burladés de fútbol sala y pasó por San Agustín, Huarte, Burladés, San Jorge, Universidad de Navarra y UPNA y vuelhta al Huarte. Además fue seleccionador navarro de futbol sala.
HICIERON HISTORIA
Su gesta ha pasado a los anales dle fútbol nacional a pesar de tener su enclave en la modesta Comunidad foral de Navarra. Hicieron historia. Desde que comenzó a competir allá por 2006, el equipo cadete femenino de fútbol sala del Club Deportivo Huarte no hincó la rodilla hasta que le venció merecidamente el Orvina. Nada menos que 108 partidos imbatido es el brillantísimo palmarés.
Además del trabajo continuado de toda la plantilla, detrás de esta formidable cosecha de resultados estaba la tenacidad de su entrenador, Carlos Ozcoz, quien se empeñó en el año 2004 en inculcarles los fundamentos del fútbol sala a un nutrido grupo de chicas de entre 6 y 7 años. «Al principio éramos unas 18 y durante dos años traté de impartirles los conocimientos sobre control de balón, desplazamiento, táctica... Luego hubo gente que se marchó hasta quedarnos en las 14, que comenzamos a competir en 2006.
Tres años y medio sin perder no está al alcance de cualquiera. «La verdad es que las cosas nos han ido rodadas, pero todo el mérito es de ellas, se lo han tomaban muy en serio, con ganas de trabajar y aprender, con humildad y respeto.
En su primera participación en el campeonato estatal cosecharon frutos que el pueblo de Huarte supo valorar rindiéndoles un homenaje popular. «Quedamos terceras -recuerda con orgullo el técnico huartearra- tras ganar a los equipos de Aragón y Catalunya, y empatar con el de Madrid. Fue bonito.
Tres años y medio sin perder no está al alcance de cualquiera. «La verdad es que las cosas nos han ido rodadas, pero todo el mérito es de ellas, se lo han tomaban muy en serio, con ganas de trabajar y aprender, con humildad y respeto.
En su primera participación en el campeonato estatal cosecharon frutos que el pueblo de Huarte supo valorar rindiéndoles un homenaje popular. «Quedamos terceras -recuerda con orgullo el técnico huartearra- tras ganar a los equipos de Aragón y Catalunya, y empatar con el de Madrid. Fue bonito.
HOMENAJE EN EL ESTADIO DEL SADAR
Admiten, sin embargo, que pasaron mucha vergüenza y nervios cuando saltaron a El Sadar en los prolegómenos del Osasuna-Tenerife. «No estamos acostumbrados a que 16.000 personas nos aplaudan, pero en el equipo somos varios socios rojillos y estamos muy agradecidos por el detalle». Su mérito justifica de sobra tanto reconocimiento.
Humildad, respeto al contrario y a los árbitros, dedicación y entrega fueron las armas del entrenador Carlos Ozcoz, que le llevaron al éxito.
Cuando tomó la decisión de dejar el equipo por motivos
laborales, no por cansancio o desánimo y se lo comunicó a los padres hubo abundamtes lágrimas y muestras de cariño que llegaron al alma porque atrás quedaban muchas safisfacciones y el orgullo de haber dirigido un grupo, "mis chicas" como llamaba a sus jugadoras, un ejemplo de equipo a imitar.
(CONTINUARÁ)
Humildad, respeto al contrario y a los árbitros, dedicación y entrega fueron las armas del entrenador Carlos Ozcoz, que le llevaron al éxito.
Cuando tomó la decisión de dejar el equipo por motivos
laborales, no por cansancio o desánimo y se lo comunicó a los padres hubo abundamtes lágrimas y muestras de cariño que llegaron al alma porque atrás quedaban muchas safisfacciones y el orgullo de haber dirigido un grupo, "mis chicas" como llamaba a sus jugadoras, un ejemplo de equipo a imitar.
AL CIERRE DE EDICIÓN
(Carlos Ozcoz)
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