domingo, 26 de noviembre de 2017

MEMORIAS DE FERNANDO ARAIZ: "SER MÁS ALTO NO QUIERE DECIR SER MEJOR PORTERO" (Cap. 3º)



Un vuelo de Casillas en una falta. Una pierna de Courtois en un mano a mano. Un peinado de Cañizares o un escorpión de Higuita. Unos tan estéticos, otros tan excéntricos, tan locos bajo palos. No sé qué lleva a un niño a querer ser portero. Ese tipo que lidia a diario con la crítica, con el cálculo pormenorizado de cada centímetro del área, con la reválida constante.
No sé qué lleva a un niño a querer recoger un balón de las mallas, a caer contra el suelo una y otra vez, a vivir más tiempo en el aire que sobre el césped, a sentir sobre sus hombros la responsabilidad de todo un equipo.
No sé qué lleva a un niño a querer ser portero, a jugarse una temporada a una carta, a la posibilidad de no disputar un solo minuto en toda la campaña, a ser condenado a una suplencia eterna, a entrenar sabiendo que ese fin de semana también se sentará en el banquillo.
No sé qué lleva a un niño a querer sufrir a toda una hinchada detrás de su portería, a sus insultos cuando saca o a sus comentarios despectivos cada vez que recoge un balón fuera del campo.
No sé qué lleva a un niño a jugarse el tipo en cada salida, a recibir pelotazos una vez tras otra, a exhibir públicamente cómo el más mínimo de sus errores se convierte en la felicidad de sus rivales y en la desolación de sus compañeros.


-Sin embargo, ¿tú sabes, Fernando, por que´decidiste ser 
portero de fútbol?
-Encontré bajo palos la mejor excusa para levantarme tras cada caída, el mejor de los motivos para superarme a mí mismo, la tranquilidad necesaria en la soledad de tu área para rendir de la mejor manera posible. Encontré bajo los palos la satisfacción, la feiicidad y el "hobby" que ahora, pasados los sesenta, no sé omo llega a esos niños., Al final va a ser verdad aquello que dicen que  los porteros estamos un poco locos...

HIGUITA, LOCO DE VERDAD

Cuando el joven delantero del Liverpool Jamie Redknapp, durante un partido amistoso entre Colombia e Inglaterra allá por el 7 de septiembre de 1995, chutó (o centró) a la portería defendida por René Higuita no pensaba que pasaría a la historia por la respuesta que éste le dio. El público que se acercó a Wembley fue testigo de una de las mayores excentricidades que se han visto sobre un terreno de juego. La jugada salió bien pero incluso el propio portero, con una sonrisa cual niño que sabe que ha cometido una travesura, tuvo que disculparse ante su entrenador y compañeros por poner en riesgo el trabajo de todo el equipo.
Pero así era el bueno de Higuita, un portero de una enorme calidad, poca disciplina y sobre todo poco corriente tanto dentro como fuera del campo. Llegó a estar en la cárcel, fue víctima de las drogas y amigo de Pablo Escobar. La celebre parada de “el escorpión” la practicaba durante los entrenamientos, pero de ahí a hacerlo en la catedral del fútbol había un trecho. Cualquier persona normal habría desechado la posibilidad al mismo tiempo que se le pasaba por la cabeza, pero Higuita no era alguien al uso, por algo era conocido entre tus compañeros como “el loco”.

-Bendita locura la que tuvo Higuita aquella noche…
-Recuerdo que despejó un balón debajo del larguero  haciendo una pirueta circense cuando podía haber resuelto la jugada sin problemas con las manos. A ese episodio le llamaron "el escorpión".



-¿Tu frustrado fichaje por Osasuna en plena madurez con 23 hermosos años?
-Pepe Alzate, entrenador,  y Fernando Murguía secretario técnico más algunos directivos apoyaban mi fichaje. Sólo Zabalza se opuso por aquel sambenito que me ha acompañado siempre de la estatura. Cuando está más que demostrado que ser más alto no quiere decir que sea mejor portero. 
-¿Ficharon un tercer portero?
-No. Lo curioso del caso es que se quedaron sólo con Vicuña y Marro y cuando en diciembre se lesiona Vicuña mi nombre vueve a saltar a la palestra, pero yo había firmado por la Peña Sport porque se había lesionado Pablo Legat. Al tiempo Osasuna fichó a Bararandica, cedido del Barcelona y se volvió a liar la polémica.



Yo escribía en el verano de 1979 en la Hoja del Lunes: "Que un portero como Barandica que no ha jugado ni un solo partido en el filial azulgrana acabe de fichar por Osasuna como tercer portero, sin opción a ser alineado, nos extraña profundamente. Más cuando Pepe Alzate le quitó de la cabeza a Araiz que fichara por el Logroñes para venir a Osasuna. Araiz se equivocó tres veces: una cuando dijo no al Sangüesa que le daba 100.0000 pesetas más por renovar, a pesar de tener a Esteban Iparragiuirre en el equipo. Luego cuando pidió la baja a Osasuna sin esperar a la llegada de Barandica y en  tercer lugar diciendo no al Logroñés exigiendo contrato profesional o aficionado compensado con la baja en mano a 30 de junio. Total que con tantos errores, el chico se encuentra vestido y sin novia y el que ha salido ganando es Barandica, que viene a hacer su agosto en Osasuna...."




-¿Cómo te fue por Tafalla?
-Bien. Sólo estuve media temporada. Estaban Chicho Amézqueta,Villegas, Julio Azanza...Lo más significativo ese año fue que fuimos pasando eliminatorias de copa y nos nos tocó enfrentarnos  a la Real Sociedad, que el día anterior se había proclamado campeón de liga.
¿Lo nunca visto en la Ciudad del Cidacos?
-Imagina el ambientazo. A falta de gradas en el campo de San Francisco se habiltaron carros y galeras. En Tafalla perdimos sólo 0-1. El miércoles fuimos a Atocha y les dimos mucha guerra porque eran los flamantes campeones de liga. 


Pero esto es otra historia que contaremos en el siguiente capítulo.

                                (CONTINUARÁ)

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